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LAS LEYES ASIMOV


LAS LEYES ASIMOV


1ª Ley: “Ningún robot puede dañar a un ser humano, ni permitir con su inacción que un ser humano sufra daño, salvo cuando ello sea imprescindible para prevenir un daño mayor a otros seres humanos o para defender las propiedades o la integridad de su dueño”.
2ª Ley: “Todo robot debe obedecer las órdenes de su dueño, siempre y cuando dichas órdenes no contravengan el cumplimiento de la Primera Ley”.
3ª Ley: “Un robot debe proteger su propia existencia, siempre y cuando dicha protección no contravenga el cumplimiento de la Primera y Segunda Ley”.

LA HISTORIA DE LAS TRES LEYES


La eficiente fábrica de autómatas de la corporación Roxxum desarrolló una red neural positrónica que dio lugar a las primeras máquinas autoconscientes a finales de los años 30. La inserción de las 3 leyes fundamentales de la robótica fijadas en la matriz neural alejó las dudas y temores que muchos humanos sentían acerca de sus descendientes directos. Las Leyes Asimov han sido, desde entonces, aprobadas y utilizadas en todos los robots del orbe civilizado. Sin embargo, los enunciados de las Leyes no fueron exactamente los actuales desde el principio. Los primeros robots no podían hacer daño a un humano en ningún caso. Hubo graves problemas con aquellos primeros robots, ya que en algunas ocasiones, al evitar dañar a un ser humano agresivo o criminal, acababan por ser perjudicadas las vidas inocentes de un grupo mayor de personas, lo que producía un grave dilema “moral” al robot que en muchos casos terminaba por averiar definitivamente su costoso cerebro positrónico. Este motivo dio lugar a la primera salvedad. La segunda fue introducida tras un encendido debate, promovido por los mismos ciudadanos que defendían su derecho a las armas de fuego. La base de su argumento era la siguiente: “si puedo matar en legítima defensa, o a un asaltante que ha allanado mi morada, ¿por qué no podría para ello valerme de la ayuda de mi robot, que es mi fiel servidor, y que a causa de la Primera Ley no va a ser un peligro para nadie excepto para quien amenace mi propia seguridad?” Puesto que la legítima defensa era considerada un derecho inalienable, al final acabó por imponerse la segunda salvedad. Después de todo, los dueños de perros guardianes que habían atacado a intrusos dentro de su zona vallada siempre habían sido exonerados de toda responsabilidad.

En cuanto a la Segunda Ley, los primeros robots estaban obligados a obedecer cualquier orden de cualquier ser humano y no sólo de su propietario. Esto los hacía especialmente vulnerables a los ataques de otros humanos, que en unos casos por enemistad con sus dueños y en otros por simple vandalismo, les ordenaban actos suicidas. Naturalmente, en la actualidad esos casos han sido completamente erradicados, ya que ninguna persona que acabe de adquirir un costoso modelo de robot pondría en peligro su existencia por un mero capricho.



Uno de los primeros modelos de robots conscientes
posa junto a su creador Guillermo Roxxum II (1937)

Las actuales salvedades en la Primera Ley han permitido el desarrollo de robots de combate (soldados) o guardias. En general, los robogards están programados para intentar detener o repeler una agresión con el menor daño posible: su programación táctica les permite una rápida evaluación de riesgos en caso de conflicto. Un robot armado siempre utilizará, preferiblemente, un arma no letal para solventar un enfrentamiento excepto si el sospechoso va armado y hace ademán de disparar o agredir peligrosamente a otro ser humano. En este último caso el robot escogerá zonas no vitales como objetivo de disparo. Un robot no puede disparar indiscriminadamente, o utilizar cualquier tipo de armas cuyo efecto y radio de acción no esté dentro de su rango directo de detección o línea visual.
Sin embargo, los robots de combate tienen una programación muy sofisticada, donde los desórdenes civiles o la guerra son definidos como “un daño mayor” a un número grande de seres humanos. Es decir, su “Primera Ley” sólo abarca un grupo definido de seres humanos bajo un cierto código que agrupa a los humanos y pertenencias “neutrales” y los de su propio bando. Esta programación les permite llegar a ser realmente agresivos con el enemigo, sin llegar a preocuparse de si son humanos o robots, y también les permite emplear la fuerza contra humanos en los conflictos de orden público. Normalmente, no resulta difícil para una institución que gobierna legalmente (en Mecanisburgo, por ejemplo, el Consejo o Justicia Suprema), dar a robots de combate órdenes que impliquen reprimir violentamente a seres humanos que se hallen realizando actos institucionalmente considerados como “ilegales”, o incluso, como “no autorizados”, pero en general esas órdenes tienen que ser cursadas por los cauces legales y resultar coherentes con las Leyes. Los robots de combate pueden bombardear una zona enemiga, incluso habiendo civiles interpuestos como pantalla, si reciben la orden de hacerlo así; pero ni siquiera ellos podrían masacrar alegremente a soldados enemigos que se han rendido, por poner un ejemplo.

Profesiones


Profesiones

En Mecanisburgo existen montones de puestos de trabajo distintos. Tratar de representar aquí la enorme inmensidad de profesiones sería un esfuerzo fútil, pero os ofrecemos unas cuantas ocupaciones de ejemplo.

Abogado
Es el profesional del Derecho, conocedor de las Leyes y capaz de sacarte de la cárcel… o meterte en ella.

Acompañante
Te ganas la vida acompañando a la gente a eventos sociales, bien sea para divertirla o para ayudarle a causar una profunda impresión (y en ocasiones envidia) en los demás. Cuando el sueldo no es muy bueno, en fin, sabes como sacarte un sobresueldo con tus ágiles manos.

Agente comercial
Tu trabajo consiste en vender, vender y vender. Ah, sí, a veces también te dedicas a vender. A veces ya no sabes ni cual es el último producto del que te encargas, sencillamente utilizas tu labia y ¡zas! una nueva comisión en tu bolsillo.

Arqueólogo
Viajando a lugares inhóspitos y abandonados, tu trabajo consiste en participar en excavaciones, encontrar reliquias del pasado y después participar en seminarios tremendamente aburridos comparado con el trabajo de campo. Algunos arqueólogos son científicos, otros son realmente aventureros en busca de un gran misterio.

Arquitecto
Donde los demás sólo ven edificios, tú ves expresiones artísticas. No sólo tienes la inventiva para idear estructuras sorprendentes, sino que también tienes los conocimientos teórico-prácticos para crearlos.

Artista
Sea cual sea la faceta del arte a la que dedicas tu vida, eres lo bastante bueno como para ganarte la vida con ello. Obviamente, también sabes lo suficiente del mundillo como para saber cuánto cobrar y cómo tratar a cada persona que pinta algo en la primera línea de la moda.

Autoduelista
La velocidad, la carretera, conocer tu vehículo a fondo, ser uno con la máquina… ése es el lenguaje que tú conoces. No sólo eres un excelente piloto, sino que también eres capaz de hacer las pequeñas reparaciones del día a día. El autoduelista es el gladiador moderno.

Biólogo/Genetista
Diseñar nuevas formas de vida y modificar las existentes solo es una parte de tus capacidades. En el ADN está la clave del futuro, y estás dispuesto a encontrarla.

Bombero
Para muchos, los bomberos son auténticos héroes, capaces de llegar hasta lo más profundo de las llamas para salvar vidas inocentes. Pero además de eso, a veces es útil saber realizar una reanimación o saber manejar bien el equipo, más de uno y de dos “héroes” se han quedado en edificios que se vienen abajo de improviso.

Cibernauta
Eres un especialista en la Red. Pasas tantas horas navegando que puedes encontrar cualquier información y romper cualquier sistema sin despeinarte. Posiblemente seas más peligroso para un banco tú con tu pantalla táctil que una banda de atracadores pistola en mano.

Cibersamurai
Eres un guerrero de una megacorporación asiática que sigue el código del samurai. Tu lealtad a tu señor es total y su voluntad son órdenes incuestionables para ti.

Ejecutivo
Si las ciudades son junglas, entonces tú eres su mayor depredador. Desde que te levantas hasta que te acuestas estás haciendo negocios, ¡A veces incluso al acostarte!

Empresario libre
Puede que las megacorporaciones dirijan el cotarro, pero gente como tú es de la que acaban surgiendo esas megacorporaciones. Nunca te rindes, nunca descansas, siempre haciendo negocios para sacar tu empresa adelante.

Escolta
Seas un escolta, guardia de seguridad o agente libre, eres un guerrero urbano dispuesto a ganarte un buen dinero en un negocio duro donde llegar a viejo no es la costumbre.

Estrella de Virtua
Seas una estrella del cine, la música, la televisión o los videojuegos estás condenado al martirio de los fans. Entre fiesta y fiesta te promocionas para conseguir mejores papeles y que el dinero y la diversión sigan fluyendo. ¡Ah, que duro es ser tú!

Físico
Eres un científico muy reputado en tu campo y te proponen tantas patentes y contratos de investigación que necesitas a todo un equipo de colaboradores, asistentes y becarios para dar abasto. Puede que fuera del laboratorio no parezcas más que un ciudadano normal, pero entre estas cuatro paredes eres un demiurgo.

Hermano Cofrade del Laboratorio de Dios
Eres miembro de este culto religioso de tradición judeocristiana que persigue el conocimiento a través de la Ciencia. Donde los demás sólo ven átomos, tú ves la luz divina.

Hermano Inquisidor
Formas parte del brazo armado del Laboratorio de Dios. Tu trabajo es hacer cuanto sea necesario para proteger al rebaño.

Ingeniero
Creadores de maravillas, los ingenieros como tú desempeñan todo tipo de puestos, desde la creación hasta la reparación, pasando por todos los procesos de mejora e innovación. Si el mundo sigue funcionando es gracias a gente como tú.

Jugador de Ultraball
El Ultraball es un deporte extremadamente violento que arrastra a multitudes. Tú eres un profesional de este deporte y aunque a veces pases tanto tiempo en el campo como en la enfermería, en la calle eres un tipo duro de pelar.

Mecaguerrero
Eres un soldado especialista en Armaduras Mecanizadas o MeKKAs. Tu fortaleza física sólo es comparable a la mental, y las abundantes cicatrices que tienes las llevas con el orgullo de un veterano.

Mecánico
A veces no se os reconoce vuestro mérito, pero cuando se estropea cualquier cosa todo el mundo busca un buen mecánico como tú para que se lo arregle. Cuando el mundo se va al cuerno siempre es el mecánico el que te saca del apuro.

Médico
Desde el matasanos con su clínica clandestina hasta el glamoroso cirujano que manosea a las estrellas, todos sois médicos con sobrada experiencia en vuestro campo.

Operario
La gente os puede mirar por encima del hombro, pero gente como tú sois los que ponéis en marcha los engranajes que hacen que toda esta sociedad siga adelante.

Periodista
La búsqueda de la información nunca ha sido tan difícil como ahora. A medio camino entre el profesional riguroso y el aventurero alocado, los periodistas como tú sólo tenéis una meta: conseguir LA noticia.

Piloto
Por mucho que avance la tecnología, sigue siendo necesario que alguien maneje todos esos modernos vehículos. Ser piloto es más que hacer de chófer o transportista, es conocer tu máquina y saber cuándo le pasa algo.

Político
Tu trabajo es dirigir el destino de los demás. A veces eso supone “maquillar” la verdad para hacerla más asimilable para ellos o incluso meterte en algún asunto sucio. Pero es por ellos, ¿Verdad?

Programador
Posiblemente, uno de los trabajos más creativos que existen. Algunos se refieren a vosotros como “picacódigos”, pero lo que tú haces es verdadero arte. Y si no que se lo digan a los hackers que han tratado sortear tu seguridad…

Representante
Ah, tantas jóvenes promesas tratando de ser alguien… no llegarían a nada si no es por ti, que conoces los entresijos del mundillo y cómo dar a cada uno lo que necesita o cree que necesita. Lo que tú te llevas es sólo una pequeñísima comisión, es justo, ¿No?

Vigilante
En este mundo hay dos clases de personas: los que cruzan la línea y los que no. Tú te ocupas de que los que crucen la línea se lleven su merecido. Y te encanta.